La Educación bolivariana, como concepción y como práctica, no puede entenderse con un significado homogéneo e invariable sino como un concepto histórico, con tendencias y contenido para la normalización y el disciplinamiento o una herramienta potenciadora de las capacidades creativas para la emancipación de hombres y mujeres.
Esta debe romper con los paradigmas de la educación tradicional, debe trascender algunos paradigmas que tributan a la formación integral del nuevo republicano y nueva republicana, para lograr este objetivo se hace necesario contar con maestros que ejerzan dicha función bajo el compromiso y la flexibilidad de su rol dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, el cual, se sintetiza afirmando que éstos no son los/as protagonistas sino uno de los actores y actoras fundamentales de este proceso; tomando en cuenta que en el también participan la familia y la comunidad. En fin, debe promover el dominio de las formas como se adquiere el conocimiento.

En conclusión, el árbol de las tres raíces, consiste en la raíz bolivariana (su planteamiento de igualdad y libertad, y su visión geopolítica de integración de América Latina); la raíz zamorana (por Ezequiel Zamora, el general del pueblo soberano y de la unidad cívico - militar) y la raíz robinsoniana (por Simón Rodríguez, el maestro de Bolívar, el Robinson, el sabio de la educación popular, la libertad y la igualdad). Este árbol de las tres raíces' da sustancia ideológica a la Educación Bolivariana.
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